Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo. Gálatas 4:6-7
Hoy quizás te has levantado pensando que no eres importante, que no vales nada, que todo lo que has hecho hasta hoy no tiene valor alguno. Quizás alguien te ha pagado mal, lo cual sera algo momentáneo, entiendo que es posible que creas que nadie te aprecia y que todo esta mal en tu vida y quizás tienes razón, por ahora. Pero si conocieras la historia de José, supieras que hay un propósito para todo. este joven paso muchas amarguras, sus propios hermanos lo vendieron, la esposa de su jefe quiso que estuviera con ella y al negarse fue apresado con mentiras y complicidad, fue olvidado de tiempo en tiempo, pero...Dios tenía un plan para su vida, porque donde quiera que iba aprendía algo y dejaba una marca imborrable, ese era José.
Estoy seguro que al igual que en la vida de José, en tu vida y a traves de ti, Dios va a hacer algo grande. La palabra con la cual comenzamos este devocional nos habla de la promesa, aquella promesa que dice que somos hijos de Dios; ¿Lo crees, hijo de Dios? Debo creer que no estás seguro de esta palabra, porque si andas creyendo cuando el enemigo te dice que no puedes, que no eres lo suficientemente fuerte, grande, rápido o importante para conseguir eso que te propones, entonces no has creído esta palabra.
Si el enemigo pone en tus oídos una palabra negativa sobre ti, si se molesta en asomarse a engañarte habiendo 7 mil millones de personas mas a quienes molestar, ¿Crees que eres cualquier cosa? Eres el hijo del Dios viviente y El tiene un plan divino para tu vida, no eres aquello que el enemigo ha puesto en tus oídos, eres propósito de Dios para hacer grandes cosas. Levántate, seca tus lagrimas, ponte la ropa de Reino y adelante, porque apenas estás en el inicio de esta carrera.
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28
Si eres propósito de Dios, y estoy seguro que así es, regocijate en su palabra, porque sus promesas son para ti y tendrán cumplimiento cuando venga el tiempo que ha sido elegido para ello. Se paciente y no tomes la palabra de Dios por tardanza, porque El nunca llega tarde, siempre lo hace justo a tiempo.
Dios te bendiga!!!
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